Don Quijote de la Mancha
Descripción:
Don Quijote de la Mancha es una novela escrita por el español Miguel de Cervantes Saavedra. Publicada su primera parte con el título de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha a comienzos de 1605, es la obra más destacada de la literatura española y una de las principales de la literatura universal. En 1615 apareció su continuación con el título de Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha. El Quijote de 1605 se publicó dividido en cuatro partes; pero al aparecer el Quijote de 1615 en calidad de Segunda parte de la obra, quedó revocada de hecho la partición en cuatro secciones del volumen publicado diez años antes por Cervantes.Es la primera obra genuinamente desmitificadora de la tradición caballeresca y cortés por su tratamiento burlesco. Representa la primera novela moderna y la primera polifónica; como tal, ejerció un enorme influjo en toda la narrativa europea. Por considerarse «el mejor trabajo literario jamás escrito», encabezó la lista de las mejores obras literarias de la historia, que se estableció con las votaciones de cien grandes escritores de 54 nacionalidades a petición del Club Noruego del Libro en 2002; así, fue la única excepción en el estricto orden alfabético que se había dispuesto.
Resumen:
Alonso Quijano es un hidalgo pobre de la Mancha, que de tanto leer novelas de caballería acaba enloqueciendo y creyendo ser un caballero andante, nombrándose a sí mismo como Don Quijote de la Mancha. Sus intenciones son ayudar a los pobres y desfavorecidos, y lograr el amor de la supuesta Dulcinea del Toboso, que es en realidad es una campesina llamada Aldonza Lorenzo. La primera salida la hace solo, pero regresa en poco tiempo a casa y decide nombrar a Sancho Panza, un empleado suyo, escudero. Juntos realizan la segunda salida, en la que viven más de una aventura: Don Quijote ve y ataca a unos gigantes que en realidad resultan ser molinos de viento, confunde un rebaño con un ejército, tiene más de una disputa, una de ellas con un vizcaíno, y llega a enfrentarse a unos leones. Finalmente, y tras hacer penitencia en un bosque, es capturado por el cura y el barbero de su pueblo y llevado a casa en una jaula tra ser engañado para ayudar a la supuesta princesa Micomicona.En la tercera y última salida, las aventuras más destacadas son las de La cueva de Montesinos, donde Don Quijote sueña mil maravillas, el rebuzno de Sancho Panza, y para finalizar, la derrota de Don Quijote ante el Caballero de la Blanca Luna, razón por la que se retira su hogar, donde, tras adquirir de nuevo la cordura, fallece.
Estructura:
La Primera Parte está dividida, a imitación del Amadís de Gaula, en cuatro partes. Conoció un éxito formidable —aunque como obra cómica, no como obra seria— y hubo varias reediciones y traducciones, unas autorizadas y otras no. No supuso un gran beneficio económico para el autor, quien había vendido todo el derecho de la obra a su editor Francisco de Robles.
Por otra parte, el ataque a Lope de Vega en el prólogo y las críticas del teatro del momento en el discurso del canónigo de Toledo (capítulo 48) supusieron atraer la inquina de los lopistas y del propio Lope, quien, hasta entonces, había sido amigo de Cervantes.
Eso motivó que, en 1614, saliera una segunda parte apócrifa de la obra bajo el nombre autoral, inventado o real, de Alonso Fernández de Avellaneda, y con pie de imprenta falso. En el prólogo se ofende gravemente a Cervantes tachándolo de envidioso, en respuesta al agravio infligido a Lope. No se tienen noticias de quién era este Fernández de Avellaneda, pero se han formulado teorías muy complejas al respecto; además, existió un personaje coetáneo, cura de Avellaneda (Ávila), que pudo ser el autor. Un importante cervantista, Martín de Riquer, sospecha que fue otro personaje real, Jerónimo de Pasamonte, un militar compañero de Cervantes y autor de un libro autobiográfico, agraviado por la publicación de la primera parte, en la que aparece como el galeote Ginés de Pasamonte. Y es incluso posible que se inspirara en la continuación que estaba elaborando Cervantes.
En 1615 se publicó la continuación auténtica de la historia de Don Quijote, la de Cervantes, con el título de Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha. En ella, el novelista jugaría con el hecho de que el protagonista se entera de que ya la gente ha empezado a leer la primera parte de sus aventuras, en que, tanto él como Sancho Panza, aparecen nombrados como tales, además de la existencia de la segunda parte espuria.
Por otra parte, el ataque a Lope de Vega en el prólogo y las críticas del teatro del momento en el discurso del canónigo de Toledo (capítulo 48) supusieron atraer la inquina de los lopistas y del propio Lope, quien, hasta entonces, había sido amigo de Cervantes.
Eso motivó que, en 1614, saliera una segunda parte apócrifa de la obra bajo el nombre autoral, inventado o real, de Alonso Fernández de Avellaneda, y con pie de imprenta falso. En el prólogo se ofende gravemente a Cervantes tachándolo de envidioso, en respuesta al agravio infligido a Lope. No se tienen noticias de quién era este Fernández de Avellaneda, pero se han formulado teorías muy complejas al respecto; además, existió un personaje coetáneo, cura de Avellaneda (Ávila), que pudo ser el autor. Un importante cervantista, Martín de Riquer, sospecha que fue otro personaje real, Jerónimo de Pasamonte, un militar compañero de Cervantes y autor de un libro autobiográfico, agraviado por la publicación de la primera parte, en la que aparece como el galeote Ginés de Pasamonte. Y es incluso posible que se inspirara en la continuación que estaba elaborando Cervantes.
En 1615 se publicó la continuación auténtica de la historia de Don Quijote, la de Cervantes, con el título de Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha. En ella, el novelista jugaría con el hecho de que el protagonista se entera de que ya la gente ha empezado a leer la primera parte de sus aventuras, en que, tanto él como Sancho Panza, aparecen nombrados como tales, además de la existencia de la segunda parte espuria.
El realismo en Don Quijote:
La primera parte supone un avance considerable en el arte de narrar. Constituye una ficción de segundo grado, es decir, el personaje influye en los hechos. Lo habitual en los libros de caballerías hasta entonces era que la acción importaba más que los personajes. Estos eran traídos y llevados a antojo, dependiendo de la trama (ficciones de primer grado). Los hechos, sin embargo, se presentan poco entrelazados entre sí. Están encajados en una estructura poco homogénea, abigarrada y variada, típicamente manierista, en la que pueden reconocerse entremeses apenas adaptados, novelas ejemplares insertadas, discursos, poemas, etc.
La segunda parte es más barroca que manierista. Representa un avance narrativo mucho mayor de Cervantes en cuanto a la estructura novelística: los hechos se presentan amalgamados más estrechamente y se trata ya de una ficción de tercer grado. Por primera vez en una novela europea, el personaje transforma los hechos y al mismo tiempo es transformado por ellos. Los personajes evolucionan con la acción y no son los mismos al empezar que al acabar.
Como primera novela verdaderamente realista, al regresar don Quijote a su pueblo, asume la idea de que no solo no es un héroe, sino que no hay héroes. Esta idea desesperanzada e intolerable, similar a lo que sería el nihilismo para otro cervantista, Dostoyevski, matará al personaje que era, al principio y al final, Alonso Quijano, conocido por el sobrenombre de El Bueno.
Novelista, poeta y dramaturgo español. Se cree que nació el 29 de septiembre de 1547 en Alcalá de Henares y murió el 22 de abril de 1616 en Madrid, pero fue enterrado el 23 de abril y popularmente se conoce esta fecha como la de su muerte. Es considerado la máxima figura de la literatura española. Es universalmente conocido, sobre todo por haber escrito El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, que muchos críticos han descrito como la primera novela moderna y una de las mejores obras de la literatura universal. Se le ha dado el sobrenombre de Príncipe de los Ingenios.
Miguel de Cervantes nació en Alcalá de Henares en 1547. Fue el cuarto de los siete hijos de un modesto cirujano, Rodrigo de Cervantes, y de Leonor Cortinas.A los dieciocho años tuvo que huir a Italia porque había herido a un hombre; allí entró al servicio del cardenal Acquaviva. Poco después se alistó como soldado y participó heroicamente en la batalla de Lepanto, en 1571; donde fue herido en el pecho y en la mano izquierda, que le quedó anquilosada. Cervantes siempre se mostró orgulloso de haber participado en la batalla de Lepanto.Continuó unos años como soldado y, en 1575, cuando regresaba a la península junto a su hermano Rodrigo, fueron apresados y llevados cautivos a Argel. Cinco años estuvo prisionero, hasta que en 1580 pudo ser liberado gracias al rescate que aportó su familia y los padres trinitarios. Durante su cautiverio, Cervantes intentó fugarse varias veces, pero nunca lo logró.Cuando en 1580 volvió a la Península tres doce años de ausencia, intentó varios trabajos y solicitó un empleo en <<las Indias>>, que no le fue concedido, Fue una etapa dura para Cervantes, que empezaba a escribir en aquellos años, En 1584 se casó y, entre 1587 y 1600, residió en Sevilla ejerciendo un ingrato y humilde oficio –comisario de abastecimientos-, que le obligaba a recorrer Andalucía requisando alimentos para las expediciones que preparaba Felipe II. La estancia en Sevilla parece ser fundamental en la biografía cervantina, pues tanto los viajes como la cárcel le permitieron conocer todo tipo de gentes que aparecerán como personajes en su obra.Cervantes se transladó a Valladolid en 1604, en busca de mecenas en el entorno de la corte, pues tenía dificultades económicas. Cuando en 1605 publicó la primera parte del Quijote, alcanzó un gran éxito, lo que le permitió publicar en pocos años lo que había ido escribiendo. Sin embargo, a pesar del éxito del Quijote, Cervantes siempre vivió con estrecheces, buscando la protección de algún mecenas entre los nobles, lo que consiguió sólo parcialmente del conde de Lemos, a quien dedicó su última obra, Los trabajos de Persiles y Segismunda.
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